domingo, 5 de diciembre de 2021

XXXVII

 




Nunca se ha empapado de la alegría

que saturaba todos los rincones,

su natural contento eran acciones

justas, expertas, vivas sin sombría


Se entregaba con alma a su acería,

su voluntad era razón de vida,

cada mañana era vivir de afluida

finitud, diestra y sin altanería.


Sus apilamientos no eran ajenos

al ritual con que interpretar la vida.

El rito es una forma de ser y estar.


El libre albedrío demanda frenos,

certezas de honores, ética y mida,

justa palabra y hechos sin abaratar.


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