A Robert Marti,
In Memoriam
Tu partida mi amado amigo, siendo
esperada, jamás es bien hallada,
tu natural marcha genera amada
estancia que tu ausencia va abatiendo.
Quedo en mi vacío y rueda moliendo
mi alimento que fija abotonada
vida, quien me sustenta abigarrada
morada sin tu presencia en mi arriendo.
Subsiste mi orfandad reconociendo
tu última cátedra en el prólogo
de “Palabras e imágenes”, de dupla
creación con Josiane, en mi afluyendo
con tu Albí y mi moliendo, es diálogo
que equipa el amor y dicha que supla.
© Jcb, 05/05/2021