Las basas y cimientos de la educación,
las crea la tribu y la obligada instrucción,
siendo contrafuertes de civilización
al ser compromiso ético con su adopción.
Sólo escapa de tal misión la formación
superior, la universidad, acotación
de razón, bellezas y manifestación
de puras destrezas tras su acreditación.
Educación y formación pilares,
en la edificación de la persona,
del yo cívico, íntimo y múltiple.
Lo ético es civismo que ata avatares
de vida, por ser su oficio el que entrona
los estratos vivos de la cultura.
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