Vivimos rodeados de intereses individuales y grupales,
los que jamás son intereses comunales.
La comunidad siempre está alejada del “mundanal ruido”,
son intereses individuales y/o grupales,
los que con falsedad se arrogan la defensa del bien común,
lo que no es otra cosa que: mentiras, patrañas y traiciones,
resultados de anteponer sus egos individuales y grupales,
sobre los intereses de la Nación.
Así apilan falsedades un día tras otro,
cuando tal montaña se ha transmutado en un cenagal,
se transforman y se confunden con él,
por tal, pasan a formar una misma unidad
de acción y vida en el gran lodazal,
donde retozan a costa de los más.
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