A Agustín Ortiz Herreros
La alargada sombra de esa tu soledad,
es inherente a ti, ella forma parte
de tu ser, de tu tiempo y espacio, encarte
de tu pasado y tu presente en unidad.
Sombra que jamás podrás pisar, y en verdad
tampoco podrás cercar ni alejarte,
es pieza de cohesión, gran baluarte
del estandarte de tu individualidad.
Porción del sujeto activo en alteridad,
cuyas concordias son el seguimiento
a la única unidad de temporalidad
finita, quien vela por la bella unidad,
como entidad de espacio y tiempo cierto,
del sujeto audaz atado a su acuosidad.
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