Mi hibiscus es pródigo, agradecido
sólo exige agua y algunas atenciones,
mi matinal saludo en remojones,
vivaces hojas verdes ya crecido.
Brillante color vivo y lúcido
genera salud con sus madrugones,
su amanecer va dando concesiones
de aurora al ritmo el sol amanecido
Hasta abrir son días para el progreso,
suyo es el origen con suave giro
e imperceptible acción de la hermosura.
Nace en el día y muere con el mismo,
su flor armoniosa abre y cierra con el sol,
al final del día se pliega sobre sí.
© Jcb