Chips el gato de Pedro no es racista
viste de blanco y negro, igual que Mora,
aquella vestía más color negro.
Como Chips nunca fue supremacista.
Según su cuidador es equilibrista
atiende por su nombre, pide y llora
cuando reclama atención y el milagro
de la manduca, con su miau se alista.
Como trapecista no tiene parangón,
su custodio le requiere y tras todo un miau
se sube al hombro de su buen entrenador.
Gusta Chips de la buena atención, cual fisgón,
mimoso busca humano calor, con su miau
ordenado e ingenioso, gusta al cuidador.
Como amo y patrón de su estómago,
reclama de su protector el medio
de saciar y carcome el pie del guía.
© Jcb.