Ser
bien nacido es ser de la hidalguía,
cual
miembro cofrade del mayor honor
humano,
que vida ética y pundonor
no
exige Ave María cada día.
Acogimiento
de amor viva erguía
por
ser notoria la lección del menor,
cuyo
valor es oración de tenor,
razón
de reflexión en cofradía.
“De
bien nacido es ser agradecido”,
para
ello al infante le es exigido,
trabajar
la tierra y leer la vida.
Su
misión crecer y ser parecido,
al
padre y devendrá en lo más querido,
y el infante con abuelo hará partida.
©
Jcb