No
importa lo que seas o quieras SER,
lo
que más necesario es que seas TÚ,
ello
al tiempo que RESPETAS:
tu
RAZÓN y la AJENA,
tu
CORAZÓN y el AJENO,
tu
HONORABILIDAD y la AJENA,
tu
PERFECTO HACER y el AJENO,
tu
ÉTICA y la AJENA,
tu
ARMONÍA y la AJENA,
tu
DIOS y el AJENO,
Procura
no ir por la vida “faciendo” buena hacienda.
Que
tu filosofía y “trazabilidad” de la vida,
no
te impida vivirla y con ello vivir en paz y armonía,
con
quienes te son próximos o lejanos.
No
olvides que donde empiezan tus derechos,
también
lo hacen tus obligaciones, en cuyo punto final,
recíprocamente,
nacen los derechos y obligaciones de los ajenos.
©
Jcb