Si
me ves caído, dormido no estoy,
derribado
y maltrecho, muy posible,
pero
jamás entregado, apacible
si,
pero en vigía con vida bocoy.
Si
me ves débil, es que quejoso voy,
más
no por ello entregado y abatible,
que
el dolor físico sí es asumible,
no
así, aquel que forma parte del convoy.
La
caída siempre está presta, es hija
de
tu vida, pero lo más valioso es
tu
alzada, de ella depende tu adhesión.
Para
vivir hace falta corrija,
saber
caer, es razón, sin héroes,
tal
cual, la vida te pide adaptación.
©
Jcb,