Los
parterres de tu jardin de vida
serán
protegidos por esa piedra
pedernal,
traslúcida tal cual hiedra
que
toma posesión de su imagen nona;
símbolo
de unidad del ser, que aborda
los
panterres donde anida y medra
el
ajeno ser, cuya sombra cuadra
rosas
y espinas de bella bruma.
Los
anillos de la vida son campos
concéntricos,
de sangre y fuego,
de
ilusiones y desilusiones, de
noche
y día, de luz, de sol y juegos,
de
luna en oscuridad y abrigo,
que
voltea y ubica la vida latente.
©
Jcb