Soy
hijo del ser, limitado por las
circunstancias
propias del ser, ese
ser,
cuya limitación le conduce
a
toda superación de murallas.
Allí
donde el yo abre su ser, alas
personales
para liberándose,
fortalecer
todo ser, uniéndose
a
la construcción plural que anidas.
Nada
soy si carezco de mis modos
de
ser en libertad, donde el acceso
vigilante
es ética por convicciones.
Mi
yo se arropa en campos abiertos,
se
alimenta en todo proceso
de
unidad de acción con emociones.
©
Jcb