Todos
los caminos tienen su razón,
algunos
sustentados sobre la falsedad
lo
que les proporciona la impunidad,
que
guía a una vida sin valoración.
No
hay verdad sin libertad de elección,
cada
cual debe ser libre con su verdad,
siempre
que observe toda paridad,
lo
que no es uniformidad, cuestión
de
valoración por observancia, pura
reflexión
desde la honesta integridad,
donde
el civismo es comunicación.
Así,
toda confesión es soldadura
de
humana relación en acodad,
que
hace crecer aquella agregación.
©
Jcb