Si
en la arena de la playa escribes
tus
heridas, ellas en breve tiempo
se
habrán borrado y olvidado.
Inténtalo,
evitarás cicatrices
en
tu alma, la que cuidar debes,
tal
cual estimes en todo momento.
Las
heridas del espíritu aguado
tiene
el instante de ver su envés.
Por
tal te quiero sin heridas, vida
y
licencia de ella ganarás, cuando
estimes
que el mejor ungüento es
la
rectitud y razón abastecida
en
la honorabilidad, bogando
en
la verdad y humildad de cuanto es.
©
Jcb