sábado, 18 de enero de 2014

Fealdades y bellezas humanas




















Sí, ya se que al despertar de cada día,

miras tu cuerpo y tu cara y dices que eres,

de todo punto hermos@.

Que la belleza de tu cuerpo y tu rostro,

no tienen nada que le iguale.

Es posible que ello sea cierto,

pero hay algo, muy importante, olvidas:

tu hermosura es un hecho temporal,

tal, es de suponer, que es inferior

a tus años de vida.

Vida que te deseo dichosa y duradera.

Ahora bien, toda vez que en tu

embelesamiento bellezudo,

has olvidado las bellezas

más importantes de tu vida,

ésta, por muy fiera que seas,

al final del camino,

te será pesada y amarga.

Pese a las advertencias que

has recibido y te siguen dando,

tu pensar y hacer, en ello persistes,

ha sido regodearte en tu propia belleza corporal,

al tiempo que vives y te rodeas

de gran número de fealdades humanas.

En ellas, día y noche,

persistes y te acomodas.

Con éstas ganarás la estima de los espíritus ciegos

y con aquella otra,

el elogio de los que no ven

otra cosa que tu rostro y tu cuerpo.

Ya sabes que a tu armadura

ósea le espera el pudridero,

la cobertura de tu esqueleto,

temporalmente aún es más limitada.

Goza y vive con todo ello,

tu yoyismo, si lo prefieres tu ombligismo,

no te llevará más lejos

de la esquina más inmediata,

tu vanidad, como tus riquezas y tu orgullo,

únicamente son luces de la mañana,

jamás te alumbrarán en la noche de tus días.

Tu vacuidad humana y social,

te impide la razón,

desalienta la reflexión,

la pasión y el amor.

Si para ti todo se resume en amasar dinero,

riquezas y posesiones,

cualesquiera que ellas sean,

tu yo es limitado y carente de la necesaria luz

que haga brillar las estrellas.

Si eres capaz de observarte,

veras que tu egocentrismo te lleva,

a una permanente

infravaloración del otr@,

lo que es contrario a lo que

piensas de ti mism@,

más pronto que tarde, tu desdeño,

antes de beneficiarte, te perjudicará.

Es posible que de ello no te percates

porque tu ceguera te lo impida,

o bien que nada te importe.

Si así fuese, no hay que preocuparse,

tu egoísmo y absolutismo;

por lo que desprecias

todo aquello que te es ajeno,

no tardará mucho tiempo

en revertirse y se vuelva contra ti.

Tu falsa modestia, no lo admitirá,

pero al final tus ojos se abrirán y

podrás ver que la vida es plural

y los colores que rodean tu

vida y las de tus semejantes,

son diversos y de muy distintas tonalidades.

No te pido bipolarización,

pero sí frialdad en el momento de razonar,

por contra, fuego pasional para amar,

cualquiera que sea la causa del querer.

Si eres lob@ solitari@,

no importa, si ello es tu personal decisión,

es algo que siempre respetaré,

aún así en todo momento,

mis brazos los encontrarás abiertos y

jamás te preguntaré

por la razón de tu procedencia.

Ahora bien, vive y deja vivir.

No obstante, si vives en una sociedad,

cualquiera que la misma sea,

no olvides, que tanto tus derechos

como tus obligaciones,

tienen principio y final en el

mismo punto en que,

tienen inicio y termino

los de tu convecin@,

cuyos derechos y obligaciones

debes respetar y considerar,

al mismo nivel que son respetados y

considerados, los que te son propios.

No obstante, parece mentira que

pese al tiempo transcurrido,

no te hayas percatado de mis

sencillas y humildes pretensiones.

Yo sólo te pido integridad, razón,

reflexión, pureza,

perfección artesana, excelencia,

humildad, serenidad,

actividad intelectual permanente,

trabajo, disciplina mental, organización,

generosidad, bondad, equilibrio,

familia, amistad, sencillez, riesgo,

conocimiento de las cosas y de la vida,

inteligencia practica y emocional.

Errores, también son admitidos,

eso sí, cuantos menos mejor.

Aún así, como para ti la vida es tu exclusivo yo,

tus opiniones y pasiones bajas o altas,

¡se libre!, pero vive y deja vivir.

No interfieras en la (s) vida (s), de l@s otr@s,

cualesquiera que ell@s sean.

Una cuestión final:

quiero hacerte saber que tus egocentrismos,

lo único que logran es agotarme,

enervarme, recluirme en mis silencios,

razón por lo que,

lo más cierto que se me ocurre es:

retirarme a mis cuarteles

de invierno, primavera, verano y otoño.

Allí, supongo, lograré descansar

física y mentalmente,

seguiré buscando la verdad y

la felicidad en la vida que me resta vivir;

sigo sin tener tiempo para caer

en aquello de: “no hacer nada”,

para mi, ya lo sabes,

el descanso sólo es un medio

para la recuperación física,

aún no he llegado al hecho cierto que,

según dicen, le ocurre al muchas personas:

“el aburrimiento”. Por suerte

no tengo tiempo para ello.

Se que hoy mis raíces son más vivas y fuertes que ayer,

por ello puedo decir: Te quiero.

Te deseo lo mejor. Cuídate y se feliz.



© Jcb