No existe armonía sin el reposo
necesario, su ausencia nos supera,
cuando hay eclipse de calma, acera
por donde transita nuestro calloso
ser. Cual preñado de humildad, brioso
será el que a tal une armonía, era
de acción y voz, equilibrio que altera
el interlocutor sin sosiego; ansioso,
carente de reflexión, falto de luz
interior, difícil comunicación.
Busca la dicha henchida de tu yo.
Protege tu acercamiento, contraluz,
otra visión del yo libre de tensión.
No hay armonía sin paz, sin amor.
© Jcb, 10/2013
