Diario de carnaval, forman los sueños
que en la noche llegan y olvidados
se van. No son hechos ficción, influidos
de razón, proyectos de juicio, ábacos
sin fijación, círculos endulzados
por la ilusión y recreación, afeados
en el despertar, cual sublimes bandos
que regeneran. Jamás abolengos
germinaron mayor y plural creación.
Humana y enmascarada mente,
que nunca fue silente ni indolente.
Todo es evaporación, adhesión
de fuerza por variada y adsorbente,
mascara de borrador oferente.
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