Libertad
Condúcete con armonía,
practica la virtud
como la mayor fortuna
pública y privada.
Convéncete, la razón y
la justicia, es el único
sendero por donde pueden
caminar los hombres libres.
No atiendas otra voz
que no sea la que sale de tu interior,
aquella que te concilia
con la tierra y los hombres,
cualquiera que sea su condición.
Examina tu acción diaria,
teniendo como meta
la recta virtud, el amor y la verdad.