MES DE NOVIEMBRE
El frío y las aguas empezaron
a ser cotidiana realidad
es algo que hay que superar,
al tiempo, como al campo
las puertas no le van.
Los dorados otoñales mueren,
los blancos invernales nacen.
Las plantas cierran sus brazos,
los árboles desnudan sus ramas.
Los fuegos se hacen presente,
las chimeneas saludan al relente.
La salida matinal, es arte laboral,
el hacer diario es vitalidad generacional.
Catorce de mil novecientos ochenta,
un nuevo Pedro se hace presente.
Segundo en sucesión. Si es preciso
hace de peón, no hay cuestión,
pero lo suyo es la comunicación,
no de la palabra, si, la de T. Edison.
Treinta de mil novecientos diecisiete,
la benjamina de los “Santanica”,
sin ruido saluda a los presentes.
Joaquina, toda su vida así pasará:
presente y silente, generosa y doliente.
Siempre supo aunar y cobijar,
crear atmósfera de paz,
aún en la mayor adversidad,
firme nobleza y lealtad sin fracturar.
Jcb
El frío y las aguas empezaron
a ser cotidiana realidad
es algo que hay que superar,
al tiempo, como al campo
las puertas no le van.
Los dorados otoñales mueren,
los blancos invernales nacen.
Las plantas cierran sus brazos,
los árboles desnudan sus ramas.
Los fuegos se hacen presente,
las chimeneas saludan al relente.
La salida matinal, es arte laboral,
el hacer diario es vitalidad generacional.
Catorce de mil novecientos ochenta,
un nuevo Pedro se hace presente.
Segundo en sucesión. Si es preciso
hace de peón, no hay cuestión,
pero lo suyo es la comunicación,
no de la palabra, si, la de T. Edison.
Treinta de mil novecientos diecisiete,
la benjamina de los “Santanica”,
sin ruido saluda a los presentes.
Joaquina, toda su vida así pasará:
presente y silente, generosa y doliente.
Siempre supo aunar y cobijar,
crear atmósfera de paz,
aún en la mayor adversidad,
firme nobleza y lealtad sin fracturar.
Jcb