MES DE OCTUBRE
Cae la hoja, los suelos se decoran,
los más diversos colores afloran,
las bellezas naturales se acrisolan,
el mayor cúmulo de color logra su esplendor.
Intermedio de extremos,
no por ello eres ajeno
tu propia diversidad de color
te hace acreedor de bellezas en días sin sol.
Llueve lentamente, fina capa que solapa,
temperatura intermedia que los tonos templa.
Brisa temporal que acaricia al personal,
es el recuerdo de lo que se dejó atrás.
Antesala del invierno que debe llegar,
brisa de mar que acaricia y repara,
soldados que en pedregal esperan
ganar batalla a la tristeza y soledad.
Tu, mi niño Xabier desprovisto de motor,
viniste a nacer en veinticinco del diez.
Dos mil ocho, año de doble razón.
Llegaste causando alegría y dolor,
todo por no saber ser un buen constructor
hoy ya todo pasó, aún así debes cuidar tu sensor
El veintiocho del noventa y cinco,
en Logroño, nuevo encuentro familiar.
La juventud ya pasó, mas no por ello
hay perdida de ilusión, así, la esperanza
se adueña de un nuevo despertar.
Cae la hoja, los suelos se decoran,
los más diversos colores afloran,
las bellezas naturales se acrisolan,
el mayor cúmulo de color logra su esplendor.
Jcb
Cae la hoja, los suelos se decoran,
los más diversos colores afloran,
las bellezas naturales se acrisolan,
el mayor cúmulo de color logra su esplendor.
Intermedio de extremos,
no por ello eres ajeno
tu propia diversidad de color
te hace acreedor de bellezas en días sin sol.
Llueve lentamente, fina capa que solapa,
temperatura intermedia que los tonos templa.
Brisa temporal que acaricia al personal,
es el recuerdo de lo que se dejó atrás.
Antesala del invierno que debe llegar,
brisa de mar que acaricia y repara,
soldados que en pedregal esperan
ganar batalla a la tristeza y soledad.
Tu, mi niño Xabier desprovisto de motor,
viniste a nacer en veinticinco del diez.
Dos mil ocho, año de doble razón.
Llegaste causando alegría y dolor,
todo por no saber ser un buen constructor
hoy ya todo pasó, aún así debes cuidar tu sensor
El veintiocho del noventa y cinco,
en Logroño, nuevo encuentro familiar.
La juventud ya pasó, mas no por ello
hay perdida de ilusión, así, la esperanza
se adueña de un nuevo despertar.
Cae la hoja, los suelos se decoran,
los más diversos colores afloran,
las bellezas naturales se acrisolan,
el mayor cúmulo de color logra su esplendor.
Jcb