“Hay que aprender a resistir”
Juan Gelman
Paz eres tú, soy yo, es aquel, y el otro,
por tal debes funcionar con certeza,
pues la mentira es mezquina, y adereza
maldad, humilla y crea frío en rostro.
La persona de Paz cual alabastro,
admite el frío y el calor, con grandeza,
de adverso, cediendo al fulgor, dureza
de quien guarda con humildad su ancestro.
Paz, razón de honor, testigo eficiente
cuya ética es de justa inteligencia,
certera ocasión de Paz suficiente.
En todo tiempo y espacio, la acuciante
Paz, se extiende con política y apuesta
superior, de eficiencia inteligente.
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