Las
heridas de mi cuerpo tienen una
curación
transitoria, toda vez que al
final
el armario de mi balaustral
yo,
tiene tiempo cierto desde la cuna.
Son
hechos precisos desde la luna
al
sol, principio que por convencional
viene
de nacimiento, vida de real
verdad,
que a todos los nacidos auna.
Son
fisuras que laceran la vida,
cuya
importuna verdad, con el tiempo
cura
su inocencia por afinidad.
Con
congojas y brevedad ácida
camina
la razón de ser, cual trompo
de
quien su andar es vagar la oscuridad.
©
Jcb