I
Siete más dos son los blancos pimpollos
que tengo en mi solar, cada uno de
ellos tiene linaje y almohade
de individualidad, vida, fondillos
y su espacio natural, por tal de ellos,
su aguerrida singularidad ábside
plural ánima de tiempo rebelde,
de singular esfuerzo todos ellos.
Crecen de forma personal cofrade,
con el esfuerzo de la agradecida
tribu; prontamente empezaron linde.
Infantes que van de aquí por concorde,
allá en su natural lagar, gozada
de la gran manada de gente libre.
II
Verlos crecer, vivir y gozar, es el
gozo más natural que la vida nos
da, lujo que muy pronto los humanos,
ven su final, cuidado, fuerza arancel.
Sonrisa de los pequeños cascabel,
dulce natural, juegan, viven, nanos,
piezas únicas, dulces ciudadanos,
singular calidad, fuerza carrusel
Infantes de blanco y crecimiento
natural, impoluta fragua acorde
con toda la tribu que si debe otorgar
licencia, cobijo para caminar,
la vida vivir, ciencias asteroide
de firme trazo, soporte de adulto
III
Equilibrio que la tribu
con grandeza natural le
otorga, por
cuidado y sin rendibú
por ciencias otorgándole,
contravalor.
Crecimiento al caminar,
verdad de la humanidad,
papel blanco
con firmeza cumplimentar,
por toda la comunidad
si crea ahínco.
IV
Verlos crecer, papel rayar
una gozada que hay que
alimentar
si, escucharles deletrear
manjar mayor almanaque
gozo cantar.
Palpar como el más “nano”
suma letras y números,
gran gozo es.
Ello nos enlaza a Juno
gran belleza del dios Eros
ayer (A)cates.
V
Seguro de los pimpollos
estoy, que ciudadanos
serán, para
mi, el mejor regalo que ellos
pueden dar. Civismo gozos
ya ahora.
Les falta crecida, silencio
maduración con gran sazón,
todo es valor
del labrado con mucho amor
paciencia, gestión y razón
del interior.