MES DE JUNIO
Junio, mes de luces y sombras;
más luces que sombras
y, alto valor de sentimientos encontrados,
con grandes dosis de humano dolor.
Si empezamos por el dos,
la bella rizos llegó.
Trajo rizos, esperanzas e ilusión,
mil novecientos setenta y seis,
nueva canción, con ella,
ya son dos en segunda generación.
Llegamos al siete,
en tercera generación,
otra hermosa rizos llegó.
Una “tirillas”, de azules ojos,
encanto de criatura
con bellos ojos por decoración,
el dos mil ocho alumbró.
Aterrizamos en el día diez,
de triste memoria
y dolor por todo rincón,
mil novecientos sesenta y dos,
jamás remedio o solución encontró.
Tronchadas quedaron las vidas,
rota cualquier suma de ilusión.
La vida individual y colectiva,
un negro manto cubrió.
La noche se hizo larga, larga, larga;
tal que otras vidas se llevó.
El dolor creció, ya nada fue igual.
Aún así, la vida siguió. Natural sucesión
Llegamos al día doce
y con mil novecientos ochenta y cinco,
una nueva vida llegó.
Con él, la seriedad
y el bien hacer, se hizo ver.
Encanto de chaval
a quien es un gozo saludar.
Nos encontramos con el diecinueve,
día que el primero de la saga,
por primera vez gritó “a”.
Mil novecientos cuarenta y cuatro,
eran tiempos de carencias
y, hasta por falta de pan,
somnolencias no poder calmar.
Aún así, la vida siguió,
con brevedad eso sí,
porque antes de cantar doble “a”,
en la tristeza se sumió.
Proyectos de vidas,
individual y colectiva,
en negro quedó
y, a empezar todo se obligó.
Dando un salto de calidad,
el veintisiete, 31 años hace ya,
sin competencia, Javier se personó.
La cosecha del 79 tiene uno más.
Hay que esperar para el terceto completar.
El tiempo pasará y,
en el dos mil ocho,
en tercera generación,
nuevo terceto aparecerá.
Eléctricas criaturas:
Paula, Patricia y Xabier,
que juntos, ayer,
por primera vez disfruté
Jcb
Junio, mes de luces y sombras;
más luces que sombras
y, alto valor de sentimientos encontrados,
con grandes dosis de humano dolor.
Si empezamos por el dos,
la bella rizos llegó.
Trajo rizos, esperanzas e ilusión,
mil novecientos setenta y seis,
nueva canción, con ella,
ya son dos en segunda generación.
Llegamos al siete,
en tercera generación,
otra hermosa rizos llegó.
Una “tirillas”, de azules ojos,
encanto de criatura
con bellos ojos por decoración,
el dos mil ocho alumbró.
Aterrizamos en el día diez,
de triste memoria
y dolor por todo rincón,
mil novecientos sesenta y dos,
jamás remedio o solución encontró.
Tronchadas quedaron las vidas,
rota cualquier suma de ilusión.
La vida individual y colectiva,
un negro manto cubrió.
La noche se hizo larga, larga, larga;
tal que otras vidas se llevó.
El dolor creció, ya nada fue igual.
Aún así, la vida siguió. Natural sucesión
Llegamos al día doce
y con mil novecientos ochenta y cinco,
una nueva vida llegó.
Con él, la seriedad
y el bien hacer, se hizo ver.
Encanto de chaval
a quien es un gozo saludar.
Nos encontramos con el diecinueve,
día que el primero de la saga,
por primera vez gritó “a”.
Mil novecientos cuarenta y cuatro,
eran tiempos de carencias
y, hasta por falta de pan,
somnolencias no poder calmar.
Aún así, la vida siguió,
con brevedad eso sí,
porque antes de cantar doble “a”,
en la tristeza se sumió.
Proyectos de vidas,
individual y colectiva,
en negro quedó
y, a empezar todo se obligó.
Dando un salto de calidad,
el veintisiete, 31 años hace ya,
sin competencia, Javier se personó.
La cosecha del 79 tiene uno más.
Hay que esperar para el terceto completar.
El tiempo pasará y,
en el dos mil ocho,
en tercera generación,
nuevo terceto aparecerá.
Eléctricas criaturas:
Paula, Patricia y Xabier,
que juntos, ayer,
por primera vez disfruté
Jcb