La
aventura de vivir es la vida
misma,
la que henchida de sus razones,
por
ser el nacer la suma emociones,
a
empellones con la esperanza hervida.
Nacer,
iniciar el camino de ida,
donde
el paso errante son convicciones
refugio,
principio de los cantones,
siendo
el blanco alborada abastecida.
La
aventura de vivir es confianza
a
borbotones, que es fortificada
cada
mañana por la imaginación.
La
vida son caminos que se cruzan
y
en cada paso una gran embajada,
cuya
incertidumbre exige observación.
©
Jcb