Bajo la sombra del olivo
quedo pegado a su raíz,
desde donde transito,
hacia su extensa y saludable vida;
la que sin distinción alguna,
a todos acoge y alimenta.
© Jcb.
Bajo la sombra del olivo
quedo pegado a su raíz,
desde donde transito,
hacia su extensa y saludable vida;
la que sin distinción alguna,
a todos acoge y alimenta.
© Jcb.
Cualquiera que sea su sexo, raza,
o color, los salvapatrias no gustan
a mi condición y razón insultan.
Civiles o soldados amenaza
siempre son, sin ley, viven de la caza
del menor y del mayor, le consultan
a su ombligo y ciegos de su yo multan,
a todos los que no viven su baza.
Si los dioses son completa falacia,
los salvapatrias total felonía,
por tal, no gracias, a los dioses patrios.
El Estado exige gentes de entera
profesión y cívica razón, recto
honor de servicio a la sociedad plural.
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Homo habilis por ceguera no supo
conservar todo aquello que le era común,
construyó su hábitat, y, todo procomún
fue parcelado en privado sin cupo.
Su hándicap es magnífico creando
diversas vías de toxicidad social,
conformando con su maldad ceremonial
crepúsculo de humanidad andando.
Su ceguera le hizo no saber conservar
la vida y el medio natural presente
que magno y latente se hizo coyuntural.
Coadyuvar es razón de la humanidad,
no hay vida comunal si ella es ausente,
lo humano es la sociedad cívica plural.
© Jcb.
Si te digo que te quiero no miento
pero se que es una quimera enana,
cuya trazada es ociosa besana
de labrantío por abatimiento.
Ganar las sendas es balizamiento
que se genera con tesón altana,
tan sagrado es tu nombre que amilana
la sombra y verdad de mi acogimiento.
Tomo medida de tu razón, quiero
la luz de tu lucero por certero
concierto de razón y sentimiento.
Busco la aventura de tu aduanero,
quien con tormento niega al alfarero
que tornea y modela mi contento.
© Jcb.
01
Ojos de virtud, son noblezas del amor,
por derecho, justo imperio de la razón,
canto del yo, vibrante belleza, pasión
color son medidas del mar, sal y fervor.
De los dioses, son el amor, flor interior,
socrática introspección, como galardón
interior, cumbre vital por exaltación,
ascensión por la sola soledad de amor.
Fuego crepuscular vida soñada,
juventud vivida en amada tierra,
lirios vivos color de la mañana.
Pardo torreón rosales floridos,
trigales y viñedos son virtudes,
por esfuerzo, agua y sol, frutos de amores.
02
La comunicación del ser, es la dación
por acercamiento en la súplica del yo,
con el control de afectos en su arroyo,
por la emoción que expresa toda aceptación.
El reconocimiento, data de admisión,
siendo el beso adjetivación, arguyo
de todo yo, el tu y el nos sin capisayo,
ósculo como acción para su aclamación.
El poder de seducción es por extensión,
mutuo acuerdo por conceder licencia
de paz para armonizar todo ser y estar.
Las vidas se fraguan en actos de adhesión,
factual facultad de común audacia
del ser, crisol de dos, sustento del amor.
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Deleite es la audacia para generar paz,
ya personal, ya en tu entorno, belleza
como trasunto de arrojo y pureza
de razón en la acción, coraje del rapaz.
Deleite es armonía, osadía capaz
de crear sentimiento que adereza
verdad con ideales de certeza
por la afección que niega todo lo incapaz.
La bondad es deleite cívico
que afirma todo el espacio de vida
como esencia, carácter y destino.
No hay armonía social si lo ético
no es el eje nuclear de medida
social del yo y el nos como término.
© Jcb.
Eras “más inocente que unas fuelles”,
jamás rumiaste la maldad de gentes,
sin destetar ya ganabas a dientes
los magros salarios de seis centelles.
Seis rubias en faltriquera eran huelles
de horas setenta y no así suficientes
para mendrugo de pan entre fuentes,
con fríos que no causaban descuelles.
Crecidos fuimos y consciencia hubimos,
más no en ello supimos ni pudimos,
la capellanía era mantra adagio.
Sentenciados éramos y absorbimos
aquella fusilería y aprendimos,
con sangre y fuego en doble felonía.
© Jcb.