Sólo la ética te hará libre
El viento quien nos envuelve y conmina
en tiempo y espacio, como frontispicio
que ciñe y calma la vida, artificio
que halaga y alienta el vivir que termina.
El aire es la brisa que curte y afina
los cimientos que sustentan el quicio
de quien corta la brisa y cubre el vicio
de morar en cicatriz astifina.
El viento alimenta el vivir la vida,
donde se reclinan y tranquilizan
las tempestades del diario existir.
El aire es soplo de vida adquirida,
de sosiegos que acarician y atizan
toda historia del vivir e insistir.
© Jcb